En el marco del vigésimo aniversario de The Pokémon Company, Game Freak sacó uno de los remakes más esperados por gran parte de la comunidad. Por eso hoy, en Nerdo's Gaming, analizamos en profundidad Pokémon Let’s Go, Pikachu! y Let’s Go, Eevee!
La espera terminó. Tras cinco meses y medio, el remake de Pokémon Amarillo, el juego de Game Boy Color que adaptaba los clásicos Rojo y Azul a los hechos del anime protagonizado por Ash Ketchum y Pikachu, vio la luz. Por fin tenemos en el mercado al tan ansiado Pokémon Let’s Go, Pikachu! y Let’s Go, Eevee!
Empecemos por el primer factor que
encontramos: el entorno gráfico. Podemos apreciar que la región de Kanto se ve
preciosa en su versión remasterizada. Los detalles que Nintendo nos muestra son
vívidos, claros, con colores espectaculares y cosas escondidas que, para los
fanáticos de la saga, dan para muchas teorías.
Otro ítem clave en este análisis es la
dificultad. Para el que ya jugó los anteriores títulos de la saga Pokémon
(sobre todo los transcurridos en esta región), esto puede no ser tan clave. Al
tratarse de un remake, los fans ya
saben con qué se pueden llegar a encontrar. Ahí, quizás, está el punto de
flaqueza de este juego. Es cierto que, igual que en los viejos Pokémon, la
curva de dificultad va subiendo a medida que avanzamos en la historia: Pokémon
a más nivel, estrategias más rebuscadas, movimientos más potentes, etcétera.
También está el factor del arco argumental
de este juego, en el que podríamos decir exactamente lo mismo que con la
dificultad: es una remasterización de un juego ya existente. Los cambios en la
trama del juego son mínimos, limitándose a contadas escenas nuevas o cambios en
los diálogos, adaptándose a los nuevos tiempos y las tecnologías más modernas.
Pero como lo mejor va para el final, ahora
hablemos de la jugabilidad de este título. La forma de jugar Pokémon Let’s Go
es muy diferente a la de los títulos de la saga principal. No hay combates ante
Pokémon salvajes, sino que el formato de captura es exactamente el mismo que en
Pokémon GO, el popular juego de la saga japonesa que salió para dispositivos
móviles: con un número limitado de Pokébolas,
hay que atrapar a todos los Pokémon posibles imitando el movimiento de lanzar
las pequeñas cápsulas en las que entran los monstruos de bolsillo. La
experiencia que nuestros Pokémon obtienen serán de las capturas que realicemos
y, obviamente, de los combates contra otros entrenadores.
Otra de las novedades es que podremos jugar
con nuestro Pikachu o Eevee (dependiendo de la edición que compremos) cuando lo
deseemos para que este acumule felicidad, que en esta edición de juegos, afecta
directamente en los combates del juego, pudiendo asestar golpes críticos con
mayor frecuencia, aguantar golpes fulminantes o subir alguna que otra estadística
en batalla. Con jugar nos referimos a que podemos acariciarlo, peinarlo y hasta
vestirlo para poner a nuestro compañero lo más bonito que queramos.
¿Cómo concluir este análisis? En líneas
generales, el juego es una auténtica brutalidad. Se nota el duro trabajo de
Nintendo y Game Freak por llegar a revivir la saga de una manera diferente.
Mi nota para Pokémon Let’s Go, Pikachu! y
Let’s Go, Eevee! es un 9. Quizás
hubiese estado bueno ponerle un poco más de dificultad a los combates o
agregarle un modo reto, pero por todo lo demás, es una obra de arte.
-N
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